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lunes, septiembre 11, 2006

¿Será? Naaa... Yo soy así...


La distimia

Distimia, de unas palabras griegas que significan "humor perturbado", es uno de los trastornos más abundantes en nuestros tiempos. Se emplea el nombre de distimia para calificar una alteración del estado de ánimo que tiene los siguientes síntomas:

  • Altibajos del estado de ánimo, con tendencia al estado de ánimo irritable o deprimido. La persona distímica suele ser enojadiza, y con tendencia a estar triste o deprimida.
  • Inapetencia o compulsión por las comidas
  • Baja autoestima
  • Sensación de desesperanza
  • Dificultad para disfrutar de las cosas positivas de la vida. La persona distímica tiene atolladeros para llegar a considerarse plenamente feliz.
  • Trastornos del sueño: el sueño no acaba de ser reparador. La persona distímica se despierta varias veces, y suele hallarse cansada por la mañana.
  • Problemas de concentración. La persona distímica acostumbra a percibir problemas de memoria y de concentración, aún para actividades lúdicas (ver una película, por ejemplo).
  • Tendencia a las somatizaciones. Cefaleas y vértigos son las más frecuentes, junto a los estados de fatiga crónica.
  • Incapacidad para la toma de decisiones.
  • Aislamiento o fobia social, falta de locuacidad, pérdida de interés por actividades placenteras o por la actividad sexual.

La distimia, también llamada distimia depresiva, no es sino un estado casi depresivo, derivado de una situación de estrés continuado. Acontece en personas sometidas a tensiones constantes, o en personas extremadamente autoexigentes, para las cuales cualquier situación se convierte en estresante.

Con ella no hay reglas fijas. A veces la cosa más pequeña puede desatar un auténtico huracán, pero si está deprimida no le afectan los problemas más graves, se queda como sedada cuando está en una crisis depresiva, aunque más tarde reacciona terriblemente también a eso. Pero casi lo peor es cuando todo el mundo es feliz, cuando un golpe de gran fortuna nos sonríe o simplemente cuando te rodean pequeñas cosas agradables.

El trastorno distímico es uno de los más frecuentes entre los trastornos depresivos, que a su vez tienen una alta prevalencia. Se considera que puede afectar a entre un 3 y un 5% de la población. El inicio suele ser temprano. Aparece con doble frecuencia en mujeres que en hombres, sola o asociada a otros trastornos psiquiátricos, sobre todo depresiones severas. Es frecuente en su evolución el deterioro social y el abuso de sustancias como alcohol y otras drogas.

Puede durar semanas, meses o años. Hay personas que han estado así prácticamente toda su vida. Algunos autores hablan de "personalidad depresiva" en estos casos. Muchas personas con distimia llegan a creer que "ellas son así", y no identifican la distimia como una condición patológica, sino como un estado normal de su forma de ser.

La distimia es causa frecuente de malestar personal, y de malestar familiar. Las personas con distimia suelen estar irritadas, agresivas, con facilidad para entrar en discusiones, y con una baja tolerancia a las frustraciones. Con frecuencia se las califica de "amargadas".

Las personas con trastorno distímico pueden ser tratadas mediante psicoterapia, pero también con el empleo de los antidepresivos modernos. La distimia se debe a un fallo en los mecanismos de regulación del estado de ánimo, debido a un mal aprovechamiento de uno de los neurotransmisores cerebrales, la serotonina, en la zona cerebral que se cuida de moderar los cambios de humor. El déficit de serotonina se acompaña de una serie de trastornos, que pueden ser: anorexia, depresión, fobias, obsesiones, bulimias, distimia, crisis de pánico, y otros. La distimia es un trastorno menos grave que los otros, pero su característica de perpetuarse en el tiempo la convierte en muy molesta. Por otra parte, casi siempre, a la larga, acaba derivando en un fenómeno más grave: depresión mayor, o crisis de pánico, por ejemplo.

Se considera que los trastornos relacionados con el déficit de serotonina pueden afectar al 30 % de las personas. La distimia sería el más frecuente de ellos.

La distimia es una patología que dura años. Son escasas las personas que se recuperan completamente. Lo habitual es que el tratamiento, sin resolverlo completamente, mejore significativamente el cuadro clínico, precisando el mantenimiento de la terapia de modo crónico. El empleo de medicamentos antidepresivos específicos para la conservación de la serotonina, que son los que se usan de forma prioritaria en los últimos 10 años, ha servido para corregir un trastorno que, sin ser grave, provoca una amplia disfunción en cuanto a la calidad de vida de gran cantidad de personas. Tales fármacos, combinados con una psicoterapia encaminada a potenciar el pensamiento positivo, permiten que las personas distímicas corrijan su propensión al desánimo y a la fatiga, y puedan sentirse plenamente satisfechos en cuanto a su calidad de vida. Sin tratamiento, lo habitual es que la distimia evolucione a una depresión mayor, llamada "depresión doble". Si esto ocurre, el paciente puede llegar a ser un peligro para su propia salud, ya que tenderá al intento de suicidio en las fases más agudas de la enfermedad

1 Comments:

Anonymous Anónimo Se dice que...:

hablame de tu vidaaaaa....
(-distimico)

lunes, enero 08, 2007 2:04:00 p.m.  

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