Strange Days

Seguro que son días extraños. El universo, conspirando en mi contra o poniendo a prueba mi resistencia me ha hecho pasar por las cosas más ridículas del mundo. Cosas pequeñitas que no dañan a nadie pero desesperan, más si pasan consecutivamente. Y yo, estoica en mi actitud de “no pasa nada”. Me reía y decía que tenía mala suerte, que ya pasaría. Y no pasó. Siguió la broma pesada, y a mi parecía no importarme. Hasta pensé que me sentaba bien esa actitud, las cosas simplemente no me importaban... ni las buenas ni las malas, la vida seguía su curso y yo con ella. Era relativamente fácil. Después vinieron malas noticias. Malas. Y no pude salir de mi estado de indiferencia. Volví a fingir interés, pero no demasiado. Y vino la división, la maldita división de nuevo. Aparecieron dos copias mías: la primera intentando convencer a la segunda de que no pasaba nada, que las cosas eran normales, pero la segunda estaba segura de que no era verdad, que estábamos preocupadas, mortificadas, dolidas y molestas... pero no podía decirlo; y yo mirando el espectáculo sin saber que hacer ni decir, ni como volver a poner mis partes juntas y sentir lo que es debido.

Hace mucho que mi resistencia explotó... pero onda de choque no llegará hasta que decida volver a abrir los ojos a la realidad.